lunes, 3 de diciembre de 2012


Palabras hechas vida…

MELQUICEDEC BURGOS FONSECA. “MELKO”.
Cultivador de arte y cultura. Docente-artista-estudiante.
 Una sonrisa, la tuya
Ojos atentos dispuestos a ver,
Oídos despiertos, melodía en las palabras
Corazones abiertos,  dispuestos a amar.
Un abrazo caluroso, un saludo respetuoso.
Matices del alma
Las aulas del cariño, conocimiento hecho caricias,
Y siempre tú, y  tú, y tú…
Para construir la verdad en este lugar,
La familia, la sociedad,  en comunión.
Siempre habitaremos este espacio
Aunque nadie nos vea o recuerde
El espíritu camino entre los muros
Respira a través de ellos
La felicidad se adhiere a los ladrillos
Se amalgama en éstos
Y entre más me aleje de aquí
Mis mágicos colores brillarán
En las miradas de otros
Miradas de niños.
Solo hace poco tiempo que llegue por primera vez al colegio, mi escuela era pequeña y la emoción, el susto y el dolor de salir de casa se mezclaron, llegué de la mano de mamá, de papá, de mi hermana, de mi hermano, de mi tío, de mi abuela, de mi abuelo, llegue a un salón donde mi profesora me saludo con mucho afecto, vi nuevas personas, compañeras, de mi edad, algunas amigas, hermanos para siempre, sentados a cada lado.
El olor de lonchera de guayabas, bananos, naranjas, mandarinas, de chitos, galletas y papitas, de jugos de frasco, de cajita y de jugo de casa, de amor liquido; olor de cuaderno nuevo, de lápices, de cera fresca, de uniforme, de  zapatos, de tenis y sabor de hojas, de borrador,  sabor de la música  del aprender, y compartir.
Fui creciendo mientras habitaba mi casa, el colegio, el patio, la cancha y los baños fueron los sitios más llenos de alegría y de tristeza,  el salón fue el sitio del terror y también el cielo del conocimiento, conocimiento de mí mismo y de todo lo que me rodea…aprendí las vocales las letras y sus juegos, aprendí  los números y sus relaciones,  aprendí a enamorarme y también a saber lo que es perder.
Siempre mi familia estuvo allí sin importar lo que pasara, claro está que hubo reproches cuando me equivoqué y que valiosos que fueron estos, por supuesto también mucho cariño, también halagos con cariño cuando hice, cuando hago las cosas bien, como hoy que estoy en esta ceremonia.
Mamá, papá, mi abuelo, mi abuela, mi familia, están aquí detrás de mí con su corazón en la boca, y la sabia de su alma en los ojos , recorriendo sus mejillas, ríos de felicidad salen de nuestra mirada, el sentimiento, la vida, el universo, DIOS , se hace presente con toda su magia con toda su verdad.
Aquí junto a nosotros los profesores, amigos, cómplices, verdugos, tiranos, defensores, médicos, consejeros y algunos… maestros. Profesores que estuvieron guiándonos, apoyándonos detrás, a nuestra espalda, dándonos su mente para alimentarnos de ella, docentes que están guiándonos permanentemente, al frente como director de curso y en curso. Docentes sin nombre por recordar, anónimos forjadores de ilusiones, de mundos, de personas, docentes cuyo éxito está en ser reconocidos en la victoria de sus pupilos,  seres de místicos que no poseen envidia pues su felicidad es, en esos otros.  Y solo recordados de forma personal por sus estudiantes agradecidos.  Profesores bajo las órdenes del “coco” (que aparece por todas partes, de los rincones  menos pensados, vigilante, atento, pendiente de mis actos), maestros aliados del “caníbal” (aquel que con sus palabras, con su trato amable y su amor a enseñar no absorbió y devoró en el mundo del conocimiento),hechiceras, magos, duendes,  monstruos que junto a “la negrita, el negro y el bajito”  (extraños y oscuros seres) se esforzaron por que lográramos llegar a este lugar.
Siempre atentos: Jeimy un hada bibliotecaria, muy alegre quien nos permitía llegar a miles de universos llamados libros, José María un secretario “costeño” (con su voz fuerte y su memoria de elefante, que nos recordaba todo y por su puesto los documentos que debíamos),don “Vic” el coordinador de servicio generales, (repartiendo fruta, más de una vez nos sacó de apuros bajando zapatos, balones del tejado y rompiendo candados  de llaves perdidas ,olvidadas), Edwin “el gordito bonachón” el de los equipos, el que nos regalaba música e imágenes de ensueño, las señoras del aseo mamitas que recogieron nuestra mugre de los salones y baños, las señoras del comedor que se levantaban a cocinar cuando nosotros dormíamos, brindándonos su amor materno en bocados de cálida y rica comida y los señores vigilantes observadores  infatigables siempre a nuestra protección.
Todos al mando del señor rector, de Carlos Camacho, el gran jefe, el que siempre nos dijo si cuando teníamos la razón y nos negó las cosas en nuestra equivocación, el de los comentarios que no escuchamos en las reuniones, el que responde por nosotros en primera medida, el  que vela por todos, el que nos perdonó más de una, el de otra oportunidad, el que nos invita a estar  en esta ceremonia.
En este día no partimos, porque nuestro corazón también vive en estas paredes, en estos colores, en este aire ,hoy saturado de perfumes, de olores a ropa limpia, nueva , alquilada, olores de flores, de festejos y ricos alimentos, de champañas ; en este día no salimos a enfrentarnos a la realidad, porque nuestra vida ha sido dura, llena de alegría y somos reales, nuestra vida del mismo modo lo es; En este día no salimos a enfrentar la sociedad salvaje, somos parte de esta y cada paso la construimos, somos sus actores, guionistas, espectadores; En  este día no se acaba lo mejor de nuestras vidas porque no somos fracasados y porque nos oponemos a esos derrotistas y mediocres que   no luchan por cosas  distintas.
Este día es parte de nuestra felicidad, de nuestros éxitos que no son , ni serán pocos, hoy es día de celebrar, de proyectarnos a otros retos, de mirar el mundo con ojos nuevos, de vivir las cosas de hoy y las que vendrán con  mucha pasión, esfuerzo y goce. Este es un día para compartir con todos los que nos apoyaron y con los que nos obstaculizaron, ambos hicieron dar lo mejor de nosotros, es día de participar con los presentes de cuerpo y de alma que están en otros lugares , en otros mundos, con todos aquellos que habitan nuestras entrañas.
De mi parte, quien les habla, les pido disculpas, por los regaños, gritos, agresiones y toda serie de inconvenientes causados, soy humano y al igual que ustedes me equivoco mucho, les recuerdo que intente ser lo más franco y transparente posible. Que en mi mente y corazón luché para que todos estuviesen presentes en este lugar, que tengo dolor por los que no están aquí con ustedes celebrando, que perdí cuando cada uno de sus compañeros abandono el colegio, abandono este mundo. Que en mi condición de artista, de docente, estudiante  y amigo les digo que estoy muy feliz de su triunfo, que yo gané y gano cuando se gradúan de este colegio, que obtengo logros cuando obtienen  éxitos académicos, laborales y vivenciales. Que les doy mil gracias por construir conocimiento conmigo, por sus toneladas de afecto y comprensión, por ser tan buenas y excelsas personas, por ser cómplices y duros  inquisidores, por ser  lo que son y mejor  aun lo que serán.
El amor, la vida, los sueños hechos realidad, la familia, la nación, el conocimiento, la solidaridad, la esperanza, el éxito y un mundo mejor está dentro de ustedes, déjenlo fluir, muchas pero muchas felicitaciones, que el universo valore su vida y DIOS LES SIGA LLENANDO DE BENDICIONES.