Una aguada serial de alquitrán virtual
Melquicedec Burgos Fonseca. “MELKO”.
Cultivador de arte y cultura
(Estudiante- hacedor -docente.)
La obra como producto
masificado establece un conflicto frente al concepto de autoría y originalidad,
por ende también con lo que conocemos como derechos de autor y propiedad
intelectual. Y si bien se tenía claro la construcción de conocimiento sobre lo
anterior ahora sumamos este nuevo problema de lo efímero, lo serial y lo
consumible. se establece un nuevo actuar
pues en primera medida el artista genera una lucha contra la academia inmersa
en la sociedad capitalista, ahora tiene
una nueva lucha contra la cultura
industrial y la sociedad de consumo. Entonces la cultura y el arte como constructo
de la sociedad entra a un estadio de producción industrial con todas las
imbricaciones de políticas de producción y mercado, la publicidad entra aquí a
modificar el gusto del consumidor y
también del productor de arte, la globalización en la producción y en las
redes de información también generan
nuevos procesos a los cuales estos
actores, pues es imposible entrar al mercado sin unas redes de acceso. En la
actualidad así se tenga la posibilidad de acceder a las redes sociales y de
transmisión de la información globales es muy difícil repercutir si no se está
en los circuitos de la producción de arte, la aldea virtual, la que habita nuestra sociedad, la que nos ofrece
asequibilidad, ¡es una mentira! , pues ahora somos “anónimos globales”, si
antes nadie nos veía y no existíamos en el mundo industrial ahora somos “el
usuario 2’000.000” que igual nos hace invisibles a la sociedad. La aldea virtual es la sociedad de la no
exclusión, la aldea del nuevo anonimato y del aislamiento compartido en un
sueño artificial de comunicación, un lugar de una soledad ampliada, individual
y masificada. Software libre y copyleft plantean una lucha frente a la
hegemonía y derechos universales, pero esto también cae en lo discursivo, pues
si esto es cierto se hace en circuitos estrechos, de acceso limitado, “no por
sus participantes”, si por la hegemonía en los canales publicitarios o de
difusión de la información y no es tan cierto esto de que la información y la
imagen sean de libre acceso e incluyentes, pues estos guetos intelectuales
establecen la exclusión.
Y si tenemos claro que la ciencia, la
tecnología, el conocimiento son un nuevo poder, es lógico entender que se restrinja a ciertos grupos sociales que mantienen
la hegemonía y orden global. Las redes sociales llegan a todo el mundo, pero
hay una red para cada mundo, y podrás tener a quien quieras en face, link,
twitter, etc. Pero nunca serás parte de
su vida. Frente a esto el concepto del rizoma de Foucault funciona solo en
parte pues si bien todos podemos construir conocimiento e interrelacionarnos
con cualquiera en el rincón más apartado del globo terráqueo, generando nuevas
formas de entender y ver, la realidad antes manifiesta nos establece frenos y
grandes excepciones y cabe recordar que gran parte de la humanidad muere de
hambre y (conjunción que elimina el “ser”)otra parte de la población no tiene
acceso a la tecnología o la posee desactualizada y de forma precaria u
obsoleta.
Pues… ¿Cuál es
entonces la obra de arte? Cuando la imagen absorbe todo en esta cultura
masificada, de medios electrónicos que ha llevado a construcción de otro tipo
de individuos y como diría Giovanni Sartori: el “hommo videns” que es un humano totalmente visual
alienado en la televisión, los audiovisuales y recientemente en los medios
electrónicos, en la red y el ciberespacio, persona que pierde día a día cada
uno de sus sentidos y para el cual el consumo visual es el eje de su vida donde
la conciencia y la crítica cada día desaparece, solo consume (y es preocupante),
pero si vemos con los ojos de Ana M Guasch y citando sus fuentes
vemos la riqueza de la imagen pura alejada de la dictadura de la palabra, estableciendo
entonces una nuevo pensamiento de esta, en la cual se establece toda su riqueza
en una serie de relaciones con la
funcionalidad , el discurso, la industria, los medios, la historia, la cultura
y sociedad. Y no entendemos la imagen como una unidad simple de representación,
como una construcción significativa básica, es la imagen una construcción
procesual que genera un discurso, cargado de intensión, la imagen establece
nuevas relaciones entre su generador y
su observador o receptor, y este a partir de la carga discursiva de la imagen y
su propio contexto, su entorno, la mirada y el momento establece un nuevo juego
una nueva articulación que es
multidireccional y multidimensional…
¿Qué es un creador en artes? Se es productor, reproductor o producto…lamentablemente las tres categorías
y es lamentable pues solo en esos términos de comercio, de industria y economía
global que se definen los procesos de la persona que se dedica a elaborar,
recrear o pensar en arte y cultura, Brea en cierto modo se contradice, lleva al actor de estos procesos al punto de
obrero de la fábrica , de ser en su
nombre otra pieza de la industria cultural, criticamos la sociedad capitalista
y utilizamos sus códigos para definir nuestra
oposición, entonces ¿hacemos crítica o apología? y como definir entonces
su temporalidad y contexto, somos un producto de consumo, algo banal, los
artistas ya no existen, tampoco los obreros , como definiremos ahora a ese
colaborador en la elaboración…
Las personas que se
dedicaron antes al arte, tenían la seguridad de elaborar obra de arte, de
afirmarla o negarla, luego vinieron los procesos, las prácticas artísticas que
intentaron salir del mercado, el arte conceptual, procesual, lo invendible,
pero al igual que el hipismo o el punk la cultura de mercado lo absorbió y lo
convirtió en otro producto de consumo
masivo. No podemos asumir el quehacer
artístico como algo ideal alejado de corporeidad, pues si esto es así, ¿ en
manos de quien quedara? y este concepto de sueño ¿ es otra forma de
expropiación?, porque ya no existe obra(en el sentido objetual), tampoco
autores, todo es propiedad de la industria y lo único que no le podía realmente
pertenecer ahora es de todos, de ninguno, cabe recordar “flash of genius” donde
la industria no reconoce la autoría de la creación y solo se reivindica a
través de los estrados judiciales con una cuantía que aunque meritoria no
compensa los daños y las perdidas generadas … si no es mío , no es de nadie
dice la industria, la sociedad.
No se habla aquí de los derechos comerciales,
de su patente de los cuales la empresa hace uso y crea restricciones, me
refiero al único patrimonio el de la autoría, según Brea también se debe
perder, repito no se trata de no poder hacer uso o fundamentarse en la obra o artista anterior
se trata de reconocerse temporalmente, y si dialogar con todos y permitir que
aporten al discurso de la obra- imagen y el creador , que lo adopten, se
alimenten de ambos y traigan nuevas posibilidades a todos , a la humanidad,
solo eso, un instante para sí y el resto para la sociedad( la mona lisa es de
Leonardo da vinci y siempre lo será, y
no se desconoce las versiones de otros artistas y todo lo que le aporto a una nueva mirada de
la obra-imagen y su mirada, su discurso)…
el apropiasionismo planteó la perdida de la originalidad, las “replicas,
versiones, rehecho(remade) o versión(covers)”
carecían de título de nombre, figuraban como 001, 002, etc., pero si fuese
realmente consecuente tampoco debieron aparecer los nombres de los artistas tan
solo hora, fecha coordenadas y de pronto algún numero adicional que alejara todo
sentido de pertenencia o ego…pero no lo hizo. Igual si lo hubiese hecho
entraría en la crítica y también en el reconocimiento de los procesos “anónimos”,
mejor dicho deshumanizados de la producción masificada. La obra de arte entendida como objeto serial es la panacea del mundo consumista, las
propuestas en red llevan esta consigna, pero esto es la bandera del siglo XX
sus vanguardias y contra vanguardias, se
puede decir que es subversivo hacer una obra única en estos momentos,
(recuerdo una discusión amable con el maestro grabador “Luis Paz” en el taller
de grabado haciendo litografía y cuando me disponía a realizar las impresiones
él pregunto por el número de copias y cuando le conteste que eran tres(3) EL MANIFESTO
SU ASOMBRO Y QUEJA PUES ERA INCONSEBIBLE DESPUES DE TANTO TRABAJO ELABORAR UNA
CANTIDAD TAN REDUCIDA DE COPIAS, a lo cual le manifesté mi lucha contra las
políticas dictatoriales en la sociedad y por ende en el arte…sonrió y dijo:
ánimo, espero las tres mejores impresiones…) la serialidad, individualidad o
singularidad, la misma originalidad no debe regirse por política comercial,
social ,política o intelectual, solo el deseo y la necesidad del creador con su
obra, sus conceptos y/o sentimientos.
Por otra parte no se
pueden seguir con la negación del arte como representación, este concepto
pertenece a la primera etapa de las vanguardias y en estos momentos se
reevalúan dichos preceptos, mejor es considerarlo como otra posibilidad de la
obra de arte, como una de las muchas realidades, de los diferentes mundos
relacionados con puentes cuerdas o pliegues de un universo infinito,
multidimensional. El determinismo no se concibe en esta sociedad posmodernista,
globalizada, capitalista y de libre
mercado económico y cultural, sociedad que habla de multiculturalidad e
interculturalidad, sociedad multiétnica
y de diversidad de género, de
interdisciplinaridad.
En el
presente siglo se ve la actualización de los museos y galerías al mundo
contemporáneo a las necesidades del mercado, pero no se puede afirmar que las
“exposiciones “ son obsoletas o deben desaparecer, al igual que el objeto
artístico, esto creo es otro error es como si dijéramos que elimináramos los
teatros y los cinemas aduciendo que todo(las obras de teatro , las películas o
conciertos) se puede conseguir en red o disco digital pirata, es como si
dijésemos que deben desaparecer los restaurantes con chef o cocinero donde se
presentan platos originales, particularizados y los cambiásemos por la comida pre
hecha y congelada o por las ricas
hamburguesas de McDONALDS; donde quedaría el teatro el cine y la comida
de autor…donde dejamos a FERRAN ADRIÁ o
FRANCIS MALLMANN. Los museos galerías y sus exposiciones se modifican evolucionan, no ejercen la posesión
del objeto de la obra-imagen, están ahora en físico y virtual, lo corpóreo con
un discurso lo virtual con otro distinto
y ampliado, es como un cuerpo y un sentimiento rodando en distintos universos conectados, imbricados.
Los cambios en el
sentido asociado a la participación del conocimiento y las ganancias obtenidas
de la circulación de la obra, obra-imagen y sus conceptos es un producto agregado, pero
no su objetivo único, el objeto autentico es tan valioso como sus
reproducciones, todos admiramos las fotografías del arte rupestre y los libros
en fotocopia donde aprendimos algo más,
pero no por eso las cuevas perderán su valor; son valiosas o igualmente importantes las primeras
impresiones, a las mejor conservadas o las alteradas por la historia
y la cultura.
El arte, los artistas
y la academia proponen en los últimos años el acercamiento a la sociedad de la
“nube” donde la autoría y los derechos de autor riñen no en lo intelectual y
cultural( pues es una discusión ya planteada en las vanguardias y re comentada
en los movimientos artísticos de los 70’s y 80’s del siglo pasado), luchan en
los estrados judiciales por las
ganancias de las empresas multi y transnacionales que quieren adueñarse de las redes, y se han
enfrentado a la “democracia y anarquía” de la web, intentando establecer reglas
sobre todo, para mantener su hegemonía económica, como lo hace la FIFA o la F1,
que tiene poder sobre los estados y mantiene reglas que excede el estado de derecho jurídico internacional.
Infografía
BREA, José luis. Estética, historia del arte estudios visuales. En HTTP://estudiosvisuales.net/revista/pdf/num3/brea_estitica.pdf
GUASCH, Ana María. Doce reglas para una ueva academia.. En http://marilurios.weebly.com/uploads/3/0/0/7/3007165/guash003.pdf
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